Vivo en Alicante y conozco Elche desde hace muchos años. Siempre me han maravillado sus palmeras, he paseado por su casco antiguo, visitado sus baños árabes, contemplado a su Dama…, pero no había llegado a comprender la esencia del Palmeral y el significado de su reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad, hasta que realicé la primera visita guiada por el Palmeral Histórico, siguiendo el curso de la Acequia Mayor, el camino del agua. Entonces se desplegó ante mi mirada la historia de esta ciudad, su paisaje casi desértico y su transformación de la mano del hombre. La convivencia de generaciones de hombres y mujeres con la naturaleza y su enriquecimiento mutuo.
Las palmeras, crecieron aún más ante mis ojos al comprender que habían ayudado a la regeneración y conservación del terreno, y de los cultivos que alimentaron a tantas generaciones de ilicitanos, y cómo de sus troncos y hojas se construían tejados, empalizadas, bancos, mesas…
“Descubre el Oasis”, es un concepto diferente de visita guiada, es reconocer en el paisaje las huellas del pasado, así descubrimos la huella de al-Andalus en los palmerales de Elche y Orihuela, la transcendencia de estos paisajes en las relaciones interculturales, su conexión con el resto de oasis en el mundo, la diversidad cultural y la diversidad religiosa: Musulmanes, judíos y cristianos conviviendo en un mismo paisaje, “el oasis”, compartiendo una cultura común basada en la optima gestión del agua, una simbiosis casi perfecta entre el hombre y la naturaleza. Mi mirada y mi conciencia se ampliaron para acogerlos a todos.
Entre tanta belleza, me sorprendió el estado de abandono en el que se encuentran algunos de los elementos patrimoniales que encontramos en nuestro recorrido, especialmente en aquellas zonas más alejadas de los circuitos turísticos convencionales. Me llamo la atención el mal estado de conservación de la Acequia Mayor, la falta de limpieza en algunos huertos, es como si algunos seres humanos no soportaran la belleza y tuvieran que afearla. Por eso es tan importante dar a conocer este entorno, para que recobre su luz, para que la belleza que aún hay en él se sienta apoyada y reconocida, y vaya recobrando su espacio y su tiempo.
El oasis, es un ejemplo de sostenibilidad y diversidad cultural, donde podemos reconocer la interrelación que mantenemos con el resto de la comunidad de vida: el aire, la tierra, las plantas, los animales, las palmeras, el agua de la acequia, los edificios que construimos…
La vista ha servido para que cambiase algo nuestra forma de mirar, pensar y sentir el Oasis, es decir la Vida.
Elena Sociats Hérnandez
Directora del Área de Formación y Transformación “Los Tres Niveles”
www.lostresniveles.com
Me parece una iniciativa muy interesante: que los que ven el paisaje a través de nuestros ojos nos lo puedan contar.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, es importante conocer la opinión de quienes han hecho las visitas guiadas
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